El Día de los Muertos
Dos días atrás un grupo de niños tocaba la puerta del apartamento donde vivo con disfraces de día de brujas y con la solicitud de Golosina o travesura.
Esa imagen me deslizó casi de inmediato a los recreos de mis mañanas escolares, donde Halloween era apenas una cita a alguna película de terror que se nos había permito ver en la televisión, pocos comprendían que cuando hablaban de calabaza se referían a nuestras típicas auyamas, eso y la imagen del murciélago que venía asociada a estas, era lo que alcanzábamos conocer de ese tema.
En cambio, en el primero y segundo día de noviembre, en la Venezuela de aquellos días se celebraba el Día de todos los Santos, seguido del Día de todos los muertos. El día 2, en mi barrio, aparte del carácter religioso y/o esotérico, y sin llegar a los niveles de celebración que se vive en latitudes mexicanas, sugería especial relevancia porque unos de los límites geográficos de mi barrio está demarcado por las prolongadas paredes del cementerio municipal de la ciudad; la proximidad con este recinto de difuntos era aprovechada por varios de mis vecinos para realizar labores de limpieza de tumbas, cortar el monte que hasta esos días crecía alrededor de esta o simplemente para vender flores naturales y artificiales o velas y velones que en muchos casos eran fabricadas de manera artesanal a partir de los restos que se recogían en el mismo cementerio. De alguna manera terminábamos todos involucrados con la dinámica que esa fecha le imprimía a buena parte de nuestro otorgándole significado a la conmemoración.
Entre la solicitud de los niños ante mi puerta y mis recuerdos de infancia escolar encuentro la convocatoria a reflexiones, que tienen que ver con la globalización, la evolución, las costumbres, las variadas aristas de cada una de estas y un etcétera, que atenderlas significaría un gran espacio de tiempo y probablemente queden para otro momento. Por ahora solo me queda la nota fugaz de sonreír por anteponer mis recuerdos a la diversión de unos niños con maquillaje, disfraces y ropas negras.
Esa imagen me deslizó casi de inmediato a los recreos de mis mañanas escolares, donde Halloween era apenas una cita a alguna película de terror que se nos había permito ver en la televisión, pocos comprendían que cuando hablaban de calabaza se referían a nuestras típicas auyamas, eso y la imagen del murciélago que venía asociada a estas, era lo que alcanzábamos conocer de ese tema.
En cambio, en el primero y segundo día de noviembre, en la Venezuela de aquellos días se celebraba el Día de todos los Santos, seguido del Día de todos los muertos. El día 2, en mi barrio, aparte del carácter religioso y/o esotérico, y sin llegar a los niveles de celebración que se vive en latitudes mexicanas, sugería especial relevancia porque unos de los límites geográficos de mi barrio está demarcado por las prolongadas paredes del cementerio municipal de la ciudad; la proximidad con este recinto de difuntos era aprovechada por varios de mis vecinos para realizar labores de limpieza de tumbas, cortar el monte que hasta esos días crecía alrededor de esta o simplemente para vender flores naturales y artificiales o velas y velones que en muchos casos eran fabricadas de manera artesanal a partir de los restos que se recogían en el mismo cementerio. De alguna manera terminábamos todos involucrados con la dinámica que esa fecha le imprimía a buena parte de nuestro otorgándole significado a la conmemoración.
Entre la solicitud de los niños ante mi puerta y mis recuerdos de infancia escolar encuentro la convocatoria a reflexiones, que tienen que ver con la globalización, la evolución, las costumbres, las variadas aristas de cada una de estas y un etcétera, que atenderlas significaría un gran espacio de tiempo y probablemente queden para otro momento. Por ahora solo me queda la nota fugaz de sonreír por anteponer mis recuerdos a la diversión de unos niños con maquillaje, disfraces y ropas negras.
20 comentarios
Freida -
Lennis -
day -
Sería chevere saber donde te encuentras(aquí en el mundo virtual)..me gustó un comentario que me dejastes sobre música,y sobre todo ese nick de "falconiano" lugar en donde tenemos nuestro corazón en Vzla,a pesar de vivír tan lejos.
PD:En febrero pasamos nuestras vacaciones allá en Boca de Aroa exactamente.Un beso.Gracias por escribír.
Celeste -
Tus palabras son muy halagadoras... gracias!
Beso celeste.
consuelo -
Ricardo -
No ha sido mi intención juzgar ninguna práctica cultural, incluso suscribo la valoración que le das a las actividades que se realicen en compañía de otros seres humanos y que suministren alegrías efímeras. Mi punto esta centrado en mostrar a partir de ciertas nostalgias, la necesidad que tenemos como colectivo de preservar ciertas tradiciones que nos ayuden a construir cierta identidad como nación.
Si tomamos como ejemplo la celebración del Halloween no creo que existan dudas de que a pesar de sus orígenes el mismo es un icono de la cultura estadounidense, probablemente en un punto futuro de la historia, y así parece encaminado, el mismo va tomar un carácter global y allí es donde creo que debemos disfrutar la alegría compartida de la celebración sin necesidad de abandonar las tradiciones de nuestros pueblos. A fin de cuentas, no creo que sea malo el Halloween, pero siento nostalgia por las tradiciones que se celebraban en mi barrio por esos días.
Salud.
Alejandro Chavez -
spion -
kta -
Ismael Arevalo -
Macu2000 -
Y aquí estamos. Y es que hasta en la "muy noble y leal ciudad de Santa Ana de Coro" se celebra halloween por Dios. Lo que no lograron los corsarios británicos en los siglos anteriores (acabar con la cultura hispana en América) lo está logrando Holliwood y la globalización. Ojo yo no soy anti-globalización, ni anti-norteamericano sólo no estoy de acuerdo con la globalización de una sola cultura, de un solo idioma, de una sola forma de ver el mundo. Bienvenida la verdadera globalización. Cuando yo vaya al único cine comercial en mi provincial ciudad de Coro y pueda optar entre una película francesa, una australana, una china, una brasileña o una venezolana (pore ejemplo) y no entre cinco estadounidense (cómo actulamente ocurre) diré valió la pena la globalización.
Me opongo a las posiciones esnobistas asumidas ante costumbres y celebraciones extrañas a nuestra tradición que en el fondo no son malas, pero que simplemente no nos pertenecen, tan sencillo como eso: y para andar dando brincos sin sentidos...
Prefiero no pasar por esnobista.
Macu2000 -
Ambas celebraciones (hallowen y las conmemoraciones católicas) tienen un origen común: las celebraciones de las tribus celtas (druidas) en Europa. Halloween, es una cotracion de All Hallow Even, que significa vispera del Todos los Santos.
Sin embargo en los países católicos la fuerte influencia de la Iglesia oficilizó esta fiesta pagana dándoles otro matiz.
alma -
saludos desde ANorte México
Alma
francia -
Sabes que con tus letras "El dìa de los muertos" sabes que recorde algo que escuche en un foro, la señora que lo daba me dice, "coño ahora los chamitos celebran el Halloween, coño Francia tu alguna vez has visto a un gringo bailando la zarajosa" por dios que no lo olvido y creo que esa frase no se me olvidara nunca jajajajajajaajajajajajajajajaja muero de risa jajajajajajajajajja
naty -
Gracias por visitar mi pagina;)
Salu2
Anónimo -
Gracias por visitar mi pagina;)
Salu2
Tina -
w -
Caribe -
X cierto recuerdo tambien la casa de mi abuela quedaba mas o menos en ruta al cementerio y la gente de esa calle siempre pasaba temprano con su ramo de flores e incluso una vez fui con mi bisabuela a limpiar y pintar de azul la tumba de un tio de ella q se murio en el catapun! No son malas costumbres, deberia mas bien reforzarse como una reunion familiar donde se comparta iedno al cementerio o algo asi...
Topocho -